Los consoladores clásicos se caracterizan por ser los dildos más normales del mercado por su diseño sencillo y su uso simple y fácil. Prácticos y versátiles con hombres y mujeres, los dildos básicos no dejan a nadie indiferente con sus intensas y profundas caricias.
Los consoladores o dildos clásicos son los más comunes y abundantes de los juguetes en el mercado, por su sencillo diseño, fácil uso y por garantizar intensos orgasmos. Aunque la mayoría tienen forma realista no es algo por lo que se caracteriza estos consoladores.
Con sus placenteros masajes estos consoladores clásicos lubricarán y dilatarán la vagina asegurándonos unas relaciones sexuales muy excitantes y satisfactorias. Ideales también para momentos de soledad, será un gran aliado independientemente de si tienes pareja o estás soltera. Gracias a sus diferentes diseños y distintos diámetros será un juguete fantástico tanto para estimulación vaginal, anal o de otras zonas erógenas.
Si por algo se caracterizan estos consoladores clásicos, independientemente de su material, diseño o tamaño, es por su sencillez y su aparente forma de consolador tradicional. Tiene la antigua esencia de los consoladores más antiguos, es decir, forma fálica, consistencia y turgencia considerable aunque matizada por el material con el que se haya realizado en la actualidad. En otras palabras es el dildo de siempre pero con las modificaciones pertinentes de fabricarse en la actualidad.
Sus diseños son para hombres y mujeres, ya que estos juguetes son perfectamente compatibles con la anatomía femenina y con la masculina. Líneas atractivas que ofrecen innovación a tu vida sexual.
Elaborados en materiales novedosos como silicona o vidrio testados dermatológicamente y completamente respetuosos con la salud. Totalmente fabricados sin ftalatos o cualquier otra sustancia que no sea inocua.
Existen distintos tipos de tamaños y calibres, tan grandes como quieras o tan pequeños que te cabrán en el bolso. Algunos de ellos tienen una curvatura para que puedan rozar mejor el Punto-G-
Completamente resistentes al agua ya que no llevan ningún tipo de pila o batería, así que no te preocupes y pruébalo en la ducha o la bañera siempre que te apetezca.
El mantenimiento es muy sencillo, aplicando una pequeña dosis de limpiador de juguetes y agua caliente eliminarás cualquier rastro de gérmenes o bacterias. Emplea un trapo o paño que no deje pelusa.
A pesar de su forma simple y poca sofisticación podrán utilizarse los consoladores clásicos en diferentes zonas de nuestra anatomía más íntima desde estimulación vaginal, anal, punto G o masaje de clítoris, siendo siempre igual de eficaz.
Debido a que muchos de ellos cuentan con una ventosa en su parte interior podrás adherirlo a diferentes superficies, como mesas, suelo o azulejos. Su uso será mucho más excitante y cómodo, al dejar las dos manos libres podrás acaríciate pezones y clítoris mientras lo introduces en tu interior.
Emplea los consoladores clásicos en pareja para reactivar tu vida sexual o en soledad para disfrutar de una masturbación diferente, en la cama o en la ducha, tanto para la zona anal del hombre como para la cavidad vaginal o anal de la mujer. Siempre prácticos y muy polifacéticos y siempre, siempre muy placenteros.
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