Más allá de una moda, el sexo tántrico es una práctica erótica de la India basada en una doctrina budista e hinduista en la que se proponen ejercicios al integrar mente, cuerpo y espíritu para alcanzar el máximo placer con tu pareja.
A diferencia de otras prácticas sexuales, su finalidad no es el orgasmo femenino o la eyaculación en el hombre, sino la conexión de las almas a través del cuerpo en equilibrio y el uso de los cinco sentidos. Aprende cómo practicar sexo tántrico de forma sencilla.
Resumen del contenido
¿Qué es el sexo tántrico?
El sexo tántrico proviene del Tantra, palabra, que en sánscrito significa «tejido» y hace referencia a los textos sagrados escritos por mahasiddhas (grandes maestros) en el siglo V a. C, revelados por Buda.
Por lo que, el sexo se convierte en una conexión más profunda con la otra persona, gracias a las miradas, la respiración sincronizada, caricias y la utilización de los cinco sentidos al explorar todas las áreas del cuerpo, que suelen ser ignoradas en el sexo convencional.
Filosóficamente, el tantrismo es la búsqueda de la elevación espiritual a través del cuerpo, considerado como un templo viviente en el que se siente desde adentro hacia fuera para amarse a uno mismo y a la otra persona.
En esta práctica, es imprescindible el conocimiento y el equilibrio de los principios que rigen el universo, según los budistas, el de Shiva (polo masculino) y el de Shakti (polo femenino), que van más allá de la presencia de los órganos genitales porque todas las personas tienen ambas fuerzas.
Ambas vienen de la energía sutil denominada Prana, que recorre los siete chakras o puntos de energía en el cuerpo que se trabaja a través de técnicas de respiración Pranayama, la danza y el sexo tántrico para alcanzar el poder de la conciencia o energía Kundalini (espiritual).
Para este fin, se recomiendan ejercicios y posturas sexuales que ayudan a los amantes a encontrar el equilibrio y la armonía espiritual, física y mental. No obstante, no debe confundirse esta práctica con el Kama Sutra, el antiguo texto hindú.
Beneficios del sexo tántrico
Además de conocer tu propio cuerpo, tus umbrales de placer, aceptarte y amarte tal y como eres, conectas de una manera más profunda con tu pareja. Al poco tiempo de empezar a practicar estas sesiones, podrás sentir estos progresos.
- Conocimiento y fortalecimiento de la autoestima.
- Sensación de serenidad y plenitud.
- Disminución de los estados de ansiedad e incertidumbre.
- Mayor conciencia de la respiración.
- Mayor vinculación con tu pareja sexual.
- Cultivo de las relaciones interpersonales.
Cómo practicar sexo tántrico
Antes de empezar la velada íntima, debes preparar el espacio para facilitar la concentración y la conexión con el otro, sin límites de tiempo ni apuros ya que ambos deben estar concentrados en el «Aquí y el Ahora».
Sigue estas recomendaciones para disfrutar a plenitud el encuentro de las almas a través de sus cuerpos.
Espacio cómodo y silencioso
Es importante elegir el lugar, que no haya interrupciones de terceros o distracciones externas. Debe ser un espacio tranquilo y silencioso, en el que ambos os sintáis cómodos.
Podéis utilizar una luz tenue y para estimular el sentido del olfato, usar velas aromáticas o barras de incienso y música relajante para el sentido de la audición. También se pueden emplear cremas y lociones para los masajes tántricos.
En esta dirección, es importante que ambas personas se comprometan a vivir el momento. Esto incluye la necesidad de liberar la mente de pensamientos de juicios de valor, miedos y ansiedades. Es preferible hablar con sinceridad con la pareja y despejar las dudas previamente.
Por supuesto, debes apagar los teléfonos móviles o colocarlos en silencio y escoger un día libre, sin compromisos laborales o familiares.
Ser consciente de la respiración
Para hacer conciencia de las técnicas de Pranayama, debes lograr controlar el ritmo de tu respiración. Al alcanzarlo, intenta sincronizarla con la otra persona. Puedes ponerte frente a ella, mirarla a los ojos y alcanzar esta sincronía.
Es posible que a la primera no lo consigáis, pero de cada intento se aprende y se fortalecen los vínculos de confianza e intimidad. Antes, puedes practicar en solitario o en compañía, meditación y ejercicios de yoga.
Contacto visual
Dicen que «los ojos son la ventana del alma» porque transmiten sin miedo ni prejuicios el deseo y el amor que sientes por esa persona. Intenta mirar a tu pareja y descubrirás una mayor sensación de placer e intimidad compartida.
Todos tus sentidos van a intensificarse con ayuda de lo visual, el tacto, el gusto, la audición y el olfato.
Movimientos del sexo tántrico
Primero, debes saber que no se trata de un manual de instrucciones ni de posturas sexuales predeterminadas. Estos son masajes y movimientos sugeridos para empezar e incorporar poco a poco otras caricias que entre ambos descubrireis y aplicareis con total comodidad y placer.
Estos ejercicios están enfocados en estimular los chakras. Para hacerlo, tu pareja debe acostarse para masajearla por todo el cuerpo, desde los pies hasta la coronilla con movimientos suaves y circulares. Después, la persona se voltea y repite las caricias en dirección inversa.
Al finalizar el masaje, cambia de posición con tu pareja, quien debe hacer lo mismo contigo. A continuación, se explicarán algunos de los movimientos para acompañarte en ese recorrido de exploración por el cuerpo de la persona amada.
- Masajes de abajo hacia arriba. Los realizas con suavidad y sin aceite. Masajeas la espalda de abajo hacia arriba, con el cuidado de no arañar con las uñas, sino hacerlo con las yemas. Repítelo varias veces para ayudar a tu pareja a relajarse junto a la respiración.
- Zona lumbar y espalda alta. Sigue la secuencia anterior, pero ahora en sentido contrario con un poco más de fuerza. Puedes usar las uñas con delicadeza. Unta tus manos de aceite y acaricia la parte superior de la espalda y la vértebra lumbar.
- Hombros y cuello. Dirige tus manos al cuello y masajea de abajo hacia arriba y a la inversa. A continuación, frota los brazos, el cuello y el rostro con movimientos en círculo suaves. Empieza a jugar y a ser más atrevido para aumentar la temperatura, besa el cuello y da pequeños mordiscos
- El pecho. Con aceite o loción en tus manos, frota los senos con delicadeza. Puedes apoyar un poco tu peso sobre el pecho de tu pareja. Acaricia los pezones y siente cómo sus vellos se excitan.
- Posición Yab-Yum. Es una de las posturas más importantes del sexo tántrico porque te permite mantener el contacto directo con la persona amada. Tu pareja se sienta en el suelo o sobre la cama o la alfombra, cruza las piernas y mantiene su espalda recta. Te sientas encima y la abrazas por el cuello. En caso de haber penetración, sube la pelvis y columpia tu cuerpo de adelante hacia atrás.
Más allá del placer de los genitales
El sexo tántrico es conocido por maximizar las sensaciones de ambos cuerpos más allá de la eyaculación y el squirt.
Incluso, se puede conseguir lo que los sexólogos llaman el orgasmo valle, alcanzado con una técnica de percepción y de concientización de que se ha llegado a un momento previo a la eyaculación, detenerse un momento y volver para seguir la estimulación del clítoris. Lo que requiere de escuchar el propio cuerpo.
El sexo tántrico es más que una práctica sexual para obtener placer. Se trata de un estilo de vida en el que tratas al cuerpo como un «tejido» de nervios energéticos y sagrados que, al estimularlos y conectarlos junto con tu pareja, permiten llegar a un nivel de intimidad y comunión más profundo.
Por supuesto, implica práctica, paciencia, deseo y esfuerzo para aprender a controlar la respiración y conocimiento de tu umbral de dolor y placer en un viaje sin retorno hacia otros niveles de éxtasis.